La tuberculosis cutánea (TBCc) sigue siendo uno de los desafíos diagnósticos más difíciles de lograr para los dermatólogos que practicamos la especialidad en países en vías de desarrollo; no sólo por las múltiples vías de transmisión y el amplio abanico de diagnósticos diferenciales a considerar sino por las dificultades para obtener el resultado microbiológico y los tratamientos prolongados. La escrofulodermia o escrófula o tuberculosis colicuativa, es la forma más frecuente de tuberculosis cutánea. En la mayoría de los casos se origina por extensión de un foco tuberculoso desde ganglios, hueso o articulaciones. Afecta la piel por contigüidad o por vía linfática. Cursa con PPD fuertemente positivo. Presentamos el caso de un paciente con escrófula laterocervical derecha la cual fue precedida por eritema nodoso (EN) en miembros inferiores. Consideramos que el EN actuó como el primer signo de enfermedad sistémica tuberculosa con buena respuesta a tratamiento antifímico convencional. Se revisa brevemente el tema.
